Tras la venida de los Reyes Magos nos encontramos con multitud de regalos electrónicos, tecnológicos o electrodomésticos. La media de edad de nuestros electrodomésticos y nuestros aparatos tecnológicos es corta. Es lo que se conoce como obsolescencia programada por el que las empresas acortan conscientemente la vida de un producto antes de que se desgaste.
Por supuesto estas empresas niegan categoricamente la supuesta premeditación en la duración útil de los electrodomésticos o aparatos tecnológicos, pero los hechos son indiscutibles a pesar de los avances. Hasta la misma UE ha intentado varias veces infructuosamente legislar contra esta práctica.
Una de las grandes trampas de las empresas: la imposibilidad de encontrar piezas de repuesto, ello debido a los constantes cambios en los modelos que efectúan las empresas conscientes de ello, lanzan gamas limitadas de productos sin ofrecer repuestos o recambios para las mismas, así que cuando se estropea, el ciudadano sólo tiene la opción de tirarlo.
Por supuesto estas empresas niegan categoricamente la supuesta premeditación en la duración útil de los electrodomésticos o aparatos tecnológicos, pero los hechos son indiscutibles a pesar de los avances. Hasta la misma UE ha intentado varias veces infructuosamente legislar contra esta práctica.
Una de las grandes trampas de las empresas: la imposibilidad de encontrar piezas de repuesto, ello debido a los constantes cambios en los modelos que efectúan las empresas conscientes de ello, lanzan gamas limitadas de productos sin ofrecer repuestos o recambios para las mismas, así que cuando se estropea, el ciudadano sólo tiene la opción de tirarlo.
Los residuos derivados de la obsolescencia programada se cuentan por toneladas, sólo tienes que acudir a un punto limpio de los que hay en las grandes ciudades.
Por todo ello desde Iberia Cruor trazamos y exijimos varias líneas de actuación:
1) una legislación fuerte que persiga y castigue la obsolescencia programada como práctica habitual de las grandes empresas
2) obligación de las empresas de ofrecer repuestos y reparaciones
3) campañas contra las modas que fomentan la renovación de productos como es la ropa o la telefonía
4) etiquetado de productos que especifique la durabilidad media del producto
5) obligación de las empresas de reservar una dotación económica que ayude a la gestión de los residuos que producen o son sus productos al final de su vida útil.
Se hace imperativo que nuestro gobierno actúe de manera eficaz contra los abusos de las grandes empresas y no como ocurre actualmente, en el marco de nuestra omnipotente democracia, donde los políticos hacen la vida más fácil a los más fuertes frente al ciudadano.

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